CONDENAN A INDEMNIZAR EL DAÑO MORAL DEL TRABAJADOR DEGRADADO EN SUS FUNCIONES, PASANDO DE SER JEFE DE ÁREA CON PERSONAL A CARGO A SER LA PERSONA ENCARGADA DE ESCANEAR HOJAS EN EL ARCHIVO.
Para la CNAT el despido de un trabajador con 22 años de antigüedad por haberse retrasado en enviar facturas al área de reintegro de prestaciones médicas resultó desproporcional.
Señaló que si bien la conducta resultaba reprochable por el perjuicio económico generado, aquella no justificaba la máxima sanción disciplinaria al no constituir un hecho violatorio del deber de fidelidad del art. 85 LCT. A su vez, condenó a la demandada a reparar por tres millones el daño moral sufrido por el dependiente al haber sido degradado en sus funciones, pasando de ser jefe de área a personal de archivo.
